Guernica

Guernica

lunes, 19 de agosto de 2013

viernes, 19 de julio de 2013

Descripción 


 …nuestra suprema dignidad la tenemos en significar obras de arte - pues sólo como fenómeno estético están eternamente justificados la existencia y el mundo: - mientras que, ciertamente, nuestra consciencia acerca de ese significado nuestro apenas es distinta de la que unos guerreros pintados sobre un lienzo tienen de la batalla representada en el mismo.

                                                        Friedrich Nietzsche

     Una de las experiencias más fuertes y significativas en nuestras vidas es la que nos proporciona el arte. Sólo basta que estemos ante una obra, sea una pintura, una pieza musical o un poema, para sentirnos conmovidos o perplejos. De hecho, pocas veces estamos dispuestos a dejar de hablar sobre lo que experimentamos cuando vamos al concierto de nuestro grupo musical favorito, leemos un poema o asistimos al estreno de una buena película. El arte está presente en todos los ámbitos de la vida y lucha contra el devorador de todas las cosas, el tiempo, para recordarnos que no vinimos al mundo a morir, sino a crear. Pero esta puede ser también la razón por la que no nos detenemos a pensar seriamente lo que es. Nos acostumbramos a escuchar que la Mona Lisa, la Novena sinfonía, el David de Miguel Ángel y la Ilíada de Homero son obras de arte, pero pocas veces cuestionamos por qué lo son. Nos parecen bellas, pero no tematizamos lo que las hace bellas o no vamos más allá para preguntar con insistencia si toda obra de arte tiene que ser bella. Sin embargo, algunas obras desafían nuestra actitud acrítica y nos invitan a pensar. Ante un orinal firmado por un artista, un traje de felpa colgado de un gancho o una pieza musical en la que no se toca ningún instrumento durante cuatro minutos, quedamos perplejos y sólo podemos preguntar: ¿esto es arte? Nos cuesta aceptar que un orinal o una caja de supermercado sean obras de arte, aunque estén en un museo, pero cuando queremos explicar por qué una pintura como la Mona Lisa sí lo es, tropezamos una y otra vez para reconocer finalmente que no tenemos nada claro. Esta situación de perplejidad no es negativa, pues podemos aprovecharla para empezar una reflexión seria y detenida sobre el arte que nos permita a su vez esclarecer lo que somos.
     Siguiendo esta perspectiva, este curso busca alcanzar una comprensión del arte mediante el tratamiento de algunas cuestiones filosóficas: ¿qué es arte y qué no lo es? ¿La belleza es una categoría estética fundamental para definir lo que es el arte? ¿Puede incluirse el arte clásico y el contemporáneo en un concepto común? ¿Qué relación guarda el arte con otros aspectos de la vida, tales como la muerte, la violencia, la política y la industria? ¿Qué nos ocurre cuando tenemos una experiencia estética? ¿Cuáles son las bases antropológicas de nuestra experiencia del arte? ¿En qué sentido nuestra experiencia estética puede ser hoy una experiencia de lo bello?

Textos del curso

Primera unidad: Arte y belleza

Sueños despiertos - Arthur Danto

Logro, fracaso y aspiración del arte contemporáneo - John Rapko

El retrato de Dorian Gray - Oscar Wilde

Un argumento sobre la belleza - Susan Sontag

La belleza. De la metafísica al Spot - Alexandra Walzer

Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime - Kant

El arte ya (no) es bello - Sixto Castro

Segunda unidad: El arte en la vida

El nacimiento de la tragedia  

El arte y la violencia colombiana en la segunda mitad del siglo XX

La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica

Tercera unidad: El arte y la experiencia estética

La actualidad de lo bello - Hans-Georg Gadamer

Gadamer et l’expérience herméneutique du texte - Jean Grondin

Gadamer y la experiencia hermenéutica del texto (Traducción 1-4)